Desde el
principio de la aparición del hombre y hasta hace no mucho tiempo, este tubo
preocupaciones básicas con respecto al conocimiento y habilidades que eran
suficientes para subsistir. Con el desarrollo de la tecnología día tras día,
esa necesidad de aprendizaje se ha modificado significativamente. Dicho cambio
es referente a las competencias que se deben tener para afrontar el mundo en el
que vivimos hoy en día. Por lo anterior, también se ha visto una modificación
importante por parte de científicos y expertos en temas académicos y sus
contenidos. Argüelles y Nagles (2010) afirman que: “No interesa cuantas horas
se sienta en un aula a recibir conocimientos, sino la habilidad que desarrolle
para aprender por sí mismo y en forma permanente”. Así pues, los métodos de
aprendizaje tradicional son ahora obsoletos y las competencias que necesita poseer
el ser humano han sido trasformadas.
Ahora bien, el
aprendizaje autónomo requiere de una serie de condiciones para que este se consiga
adecuadamente. La primera de ellas es el propósito personal, que sugiere la
actitud que toma el individuo durante su proceso formativo. Otra, es la situación
específica y se refiere a todas aquellas situaciones cambiantes que se presentan
como por ejemplo el entorno y el estado de animo de la persona. La tercera
condición es la denominada “aprender haciendo”, consta de las maneras, métodos,
formas y estrategias que aplica el individuo para el acto de aprender. La
interacción social que es la ultima, se constituye como el elemento esencial que permite la construcción del
conocimiento, siempre y cuando, el proceso de aprendizaje sea autónomo
(Argüelles & Nagles, 2010).
En cuanto a las
habilidades que la persona debe desarrollar para convertirse en aprendiz
autónomo están, reconocer la necesidad de aprender, identificar las
dificultades y sus posibles soluciones, reunir información por medio de la
investigación, creatividad para realizar los estudios, habilidades de
comunicación, entre otras. Todas estas habilidades se pueden ir mejorando y
perfeccionando con el transcurso del
proceso de aprendizaje, con lo que resumimos que el aprendiz autónomo “se hace”
y que aprender de manera autónoma, es la clave para vivir en el mundo
interconectado de hoy.
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